22. Migración

 cada partida, por tanto, es definitiva.
sólo sus hijas vuelven;
solo el futuro vuelve a visitar al pasado.


"Esta va a ser la última vez que tengas que moverte así", le digo a mi madre, no sé si como un deseo de buena suerte o una sentencia. Mañana ella se viene para B., yo llevo cuatro días acá. Espero que haya dormido bien. 
Yo no lo estoy haciendo. Dormir, me refiero. Estoy todo el día muy cansada, no puedo hacer una conexión con otra. Me acuesto muy tarde. cuando ya es de día, me despierto y no quiero volver a la cama.

No estoy triste o no tanto como hace un par de semanas. Todavía viene a mi mente el rostro de mi padre. Su descargo de  palabras, la mueca de asco. Todavía pienso en la clínica y en mi hermano. Pienso en J., en cómo me dijo que podíamos ir en algún momento a un telo mientras estaba recostada sin poder levantarme y en G., siempre dispuesto a ayudarme bajo condición de moldearme la vida.

Lo veo a Le., que me permitió entrar en su vida de nuevo. Por poco tiempo, para siempre. Con suerte algo del pasado se me transfiera a hoy, algo guardado en el nervio, en la neurona. Algo que me haga recordar qué tenía que hacer, hacia dónde estaba yendo. 

Quien carajo soy. 

D.