diario

i'll heal in hell. Cómodo. Esa es la palabra que viene a mi mente cuando pienso en vos. Cómodo en tu tristeza, tu miseria y tu pozo profundo. Estoy más enojada conmigo que con vos, porque pensé que tenía un radar para evitar relaciones con personas como vos, hombres melancólicos, patéticos y bochornosos. Por suerte la alarma contra los violentos sigue funcionando.  No abriste ninguna herida, porque la que ya me causaste alguna vez no llegó a cerrar, sólo sacaste la cáscara.  Estoy enojada por lo mucho que me esforcé por vos. Y lo peor es que no puedo culparte por eso. Sos una persona incapaz de satisfacer las necesidades emocionales propias, no sé cómo creí que podías siquiera mirar hacia las mías.  Estas cómodo con el hecho de que me haya ido. Te libré de toda responsabilidad. De hacerte cargo de lo inútil que sos, mentiroso e irresponsable. Podes achancharte en tu mal hábito y desparramarte en la silla de tus ideas muertas.  Quedate así, termina de hundirte.  Puedo crecer sin vos