29. Mirada

today is another day to find you 


Recuerdo la mirada de Rocky la primera vez que lo dejamos solo. Lo habíamos encontrado un viernes por lo que todo el fin de semana la presencia de mamá y la mía fue permanente, pero llegado el lunes debíamos partir y pude observar bajo el marco de la puerta del departamento esos ojos, negros y brillantes, que me escudriñaban confundidos. Cómo corrió hacia nosotras cuando entendió que lo dejábamos. El ruido de sus patas repiqueteando contra la baldosa.

Pensé en esto, amor mío, mientras te observé desde la cama. Quisiera por lo menos poder dormir en tu ausencia, ser indiferente a los pensamientos que me dominan y me quitan el aire. En cambio, te espero. 

—¿Hay algo que pueda hacer por vos? —me preguntas al tropezarte con mi silencio. 
—Liberarme. 

Contengo la respiración cada vez que estas por decirme algo y oculto mi decepción cuando las palabras hermosas que no podes formular no salen de tus labios. Tu incapacidad para amarme guía el yugo de mi tristeza. Es mi entrega plena la que me hace permanecer en esta esperanza.  

Mi amor por la ternura en tus ojos. 
Por el perfil de tu rostro. 
Por la forma de tus manos. 

Mi amor por vos, que sostendré entre el hueco de mis manos, como un ave preciosa.

D.