61. horadar

Él cae, pero el piso se abre y sigue cayendo porque la piedra del pecho lo hunde en un abismo blanco.


¿En qué momento comencé a tener tanto miedo? Siempre sentí que todo era terriblemente complicado, no tengo ninguna certeza de nada. Anotarme a una carrera, faltar a clase para una entrevista a la que termina siendo al pedo ir, sentir una piedra en el pecho que sólo me tira para abajo. 

Y me levanto, ojo, cada día me levanto. A veces me quedo más de lo que debería en la cama (¿cuánto tiempo es bueno y cuánto es malo?), pero me levanto. Limpio la casa, alimento a los animales, ordeno la ropa, mando currículums, abro el cuaderno de la facultad. Pero me cuesta muchísimo. 

Estoy enamorada de V. y siento que es un amor fracasado. Ayer fui a una reunión en su casa y sólo quería huír, todo el tiempo. Cuando la tarada de su amiga empezó con yo creo en la amistad entre el hombre y la mujer sentí que la piedra del pecho se rompía en guijarros que me recorrían la sangre. Qué respuesta quería de mi, ¿una palmada? 

No sé cuándo empecé a tener tanto miedo de todo. Relacionarme, abrazar, amar. El futuro, el futuro. Creo que fue Camus quien dijo que el sentido de la vida es que nos morimos, ya no lo recuerdo. No me siento apta para este mundo, esta vida. Estoy cansada de subirme a transportes públicos y viajar kilómetros para nada. Todo termina en nada. 

El amor que recibí este año se desvaneció, las amistades mutaron. Ningún dios al cual rezarle. 

D.