62. olvido

 ¿por qué hace tanto frío? 

¿en qué momento me extravié de mi camino? 


Desperté con un mensaje de papá, creo que era algo así preguntandome cuándo iba a ir de nuevo a visitarlo (se hizo ilusión con la cuestión de mi trabajo en el Rossi, tan cerca de su casa), pero le respondí que no deseaba seguir yendo para aguantar todo el desdén de Patricia. 

Tampoco le conté que renuncié. 

No respondió. Pero lo conozco: tal vez mañana llegue una frase que quiera deslizar la culpa hacia mí. Siempre lo logra. Tiene la destreza de señalar sin levantar el dedo. “Siempre un problema vos”. Qué habilidad para quedar limpio.

Viviría con él de no ser por su mujer. 

A veces pienso que escribo acá para dejar una constancia de las cosas de mierda que me pasan, por si me mato al fin, que un día alguien intente comprenderme en muerte ya que en vida estoy apartada de todo. 

Bueno, no, está mamá. No la condenaría a la tristeza de mi partida, encima todo el trámite que implica y el mal pasar. Ya está grande y está tan sola como yo. 

Le escribí por la mañana a Vinicio. Le dije que había extrañado no dormir a su lado. Respondió con un buen día pero luego agregó "puede que no sea bueno para vos ya que la lluvia te deprime". No volví a escribirle, me dolió, siempre me identifica con la tristeza. Y no sé, puede que sea lo que me atraviesa el espíritu en este momento, pero no es todo lo que soy. 

Alguna vez brillé, no es tu culpa no haberlo visto nunca. Ya no sé qué está bien.  

Después todo terminó muy mal, audios larguísimos que no significan nada, cargados de hastío. Se ve que es difícil amarme, hace mucho dejé de ser agradable. Nadie tiene que pasar por eso, me olvidé cómo ser feliz, es una carga que sólo me corresponde a mi. 

Aún así, me habría gustado que me amaras. 

D.