73. comienzo
Quiéreme un rato más
¿No ves que el sol aún brilla en la ciudad?
Me cuesta encontrar la felicidad en cada día pero hago un esfuerzo, lo juro. Cada vez que Robinson o Leonardo se me cruzan por la mente, cada vez que pienso en mamá, en Turmalina, en el Rossi, en papá, en mi hermano, en el secundario, en Accenture. Cada vez que pienso en todo esto hago un esfuerzo, tengo el pecho oprimido pero me levanto de la cama cada día. Un pie, el otro, mover el cuerpo, agua, recordar que estoy viva, que todavía puedo sentir algo.
Cada vez que tengo sexo con Vi me aferro a su espalda como si soltarlo significara caerme al abismo porque ya estuve ahí y no quiero volver.
Quiero luz en el resto de mis días.
D.