82. momento

 voy a derrumbar mi casa
y empezar de nuevo


En algún momento del día una pequeña muerte, sentir que caigo y por fin me vuelvo eterea, ni siquiera lejos de mis problemas sino sobre ellos. Flotando, siendo espectadora de los restos que quedaron. 

El asunto de mamá sigue su curso, los mensajes que recibo son como escuchar una sirena a lo lejos, deuda por acá, por allá, algún vecino molesto, un dato bancario de quién sabe quién. El mes que viene creo que voy a cobrar menos, no sé cuánto, es difícil proyectar en este país. Me agobia la idea de tener a mamá comiendo fideos todo el mes y también me genera enojo pagar préstamos que nunca pedí. 

Y a la vez, nada está pasando. Estoy esperando a que V. vuelva a la casa, la comida se está preparando, tecleo estas palabras mientas se me seca el esmalte. Sobre una cuerda entre el órden y el caos. Mi padre, sensato, pulcro, exacerbado. Mi madre, gentil, suelta, mentirosa. Me duelen las almas que hicieron la mía. 

Quisiera ser un pájaro entre dos manos tibias. Un pulgar acariciando el lomo, el pequeño corazón latiendo sobre las palmas. 

D.