85. hendidura
and when I awoke I was alone
this bird had flown
No sé por dónde comenzar, las palabras fluyen del pensamiento a mis manos pero quedan acumuladas ahí, como linfa podrida. Forman un edema que duele.Lo tengo a Vinicio a unos pasos de mi en la otra computadora, se puso a revisar fotografías viejas para limpiar la memoria, actividades de feriado. No tuvo nada que hacer este fin de semana largo, por lo menos no peleamos (la vara sigue en el infierno). Quisiera escribir un poco sobre eso, mis ganas de irme lejos de todo.
Esta es mi última semana de cursada, me quedan por entregar dos trabajos y rendir un exámen. Tendría que estár contenta, fue mi año universitario más exitoso en una década. Pero no me produce nada más que temor, porque ahora no tengo nada que hacer y no sé de qué voy a trabajar. Me siento sin ánimos para las entrevistas, para escribir mi currículum, sin paciencia y sin amor para atender gente.
Todo esto es culpa mía igual. Siento que desperdicié mis 20s. Identifico momentos de felicidad: las risas con Leo, la arena de Uruguay, los perros en la terraza de la Falcone, cenar con mamá por Corrientes, el cesped de Bernal, las aperturas de Chicama en el verano. Pero eso no está más. No hay nada. Sé que fuí feliz y no sé cómo volver a respirar ese aire.
Es mirar por la rendija a un Sol que anhelo tanto que bañe mi piel. A veces pienso en matarme pero me da tanta pena mi cuerpo, mi pobre cuerpo. Por qué habría de dañarlo más si tanto ha resistido estos años. Pero no quiero terminar como los pacientes que vi este año, toda esa pobre gente librada a su suerte. Débil. Con úlceras que se olvidan de cuidar. Con dolores que nadie atiende.
Sola. Sola. Sola.
Como mamá. Que miedo que nadie vuelva a tocar tu piel. Que el cuerpo tome forma de jaula y no tener ni un café cerca para mirar hacia la plaza. Una rendija aunque sea. Ella tan allá y también es su culpa. Ninguna de las dos es inocente en el destino terrible que nos creamos.
La edad avanza sobre mi pero ya no quiero volver el tiempo atrás. Sin embargo temo profundamente el futuro que se avecina.
D.