98. nosferatu
¿el mal sale de nuestro interior
o viene del más allá?
Pero no huyó de mi. Me tiene cerca, mastica mis huesos, me destruye.
No puedo escribir, tengo que respirar hondo entre cada oración. Pero la palabra es lo único que puede salvarme en este momento. La vida siempre puede ser peor, dice Vinicio, riéndo. No entiende, o tal vez, entienda demasiado. A esta altura no tengo certeza de nada. Me guío por lo que me parece más sensato mientras encadeno mi corazón.
Hablaré por la tarde con la psiquiatra de mamá, iré al departamento de Fabio, la confrontaré, sin miramientos, sin consideraciones. Obraste mal, obraste mal de nuevo, abandonaste, mentiste, suciamente. Y siempre me embarro por estar a tu lado. Llamaré médico por la noche, algo tengo que hacer.
Me duele la espalda, mi hermano se descompone, vomita. Nos decimos mutuamente que estemos tranquilos pero es terrible todo. El corazón me traiciona y le escribo a mi viejo: "Papá". Nada más, no hay respuesta. Papá, te necesito, siempre te necesité, por qué te empeñaste tanto en pisotearme el espíritu. Mamá, por qué. Mamá, me pregunto qué cielo va a abrirte las puertas.
Te va a cagar la vida, dijo mi padre. Los hechizos.
D.