101. fresco
Febrero resultó diferente a cómo lo había proyectado a fin de año. Sinceramente, creí que me iba a separar, que iba a mudarme mientras mi novio estuviera en Brasil. Ayer me tomé el trabajo de ordenar el cuarto embrujado mientras Vi revisaba sus plantas. Por la noche, él hizo la cena y se encargó de Elvis.
Hoy tendría que ir a verla a mamá, el día está precioso y fresco, a diferencia de la semana bochornosa que transcurrió. Pero creo que me voy a quedar en casa revisando los libros, volví a abrir la página de Suburbios a ver cómo me va. Fueron varios meses de cambiar de trabajos y destrozar el cuerpo. Me preocupo por cosas que después se sumergen en el olvido.
Mañana inicia el cuatrimestre en la Cruz Roja. Tome la decisión de no cursar hasta mitad de año. Mi salud mental remontó considerablemente y no quiero afectar ese proceso. Voy a retomar Historia en la UNSAM. Espero no estar repitiendo viejos patrones, simplemente quiero cuidar de mi y hacer cosas que disfruto más (¿Estaré siendo hedonista?). No tengo ganas de ir a hospitales en ese momento, del uniforme ridículo, de los profesores y las aulas oscuras. Metí un año completo, me quedan un par de finales que rendiré en julio, creo que está bien tomarme una pausa.
Con el tema laboral no sé qué voy a hacer, me gustaría poder trabajar con Vi mientras impulso mi propio proyecto, no sé qué tan viale sea eso, aunque es otro camino, como tantos que hubo. Lo único que me fastidia un poco es papá, sus mensajes, reclamos. Siempre lo mismo vos. Exceptuando el mes de diciembre que mi abuelo estuvo internado, me estoy manteniendo lo más alejada de mi familia que pueda. Aunque mañana iré a verla a María Ángela, con todo lo que pasó luego con mamá y mi mes en la farmacia se me hizo imposible.
Las cosas siempre se van dando. Espero estar yendo por caminos más amables.
D.