130. distancia

 Entonces el mío es un Dios bueno y lleno de tristeza. 



De repente, extrañé con una profundidad inaudita a mi hermano. Observé el rostro de Julio que denotaba su típico cansancio: "No quiero hablar". Nunca hablar de nada que lo incomode remotamente.Tampoco me habla cuando nos tomamos un café. Entonces pensé en Gerardo, en las extensas conversaciones que manteníamos bajo la tenue luz de su hogar, el aroma a sahumerio, la música suave y los libros esperando ser descubiertos. Extrañé su mano sobre mi cabello, sus palabras de aliento ante el despotismo de nuestro padre. La profundidad de su voz. 

Hoy vi pasar un tren de larga distancia que salía de Retiro. Me pregunté si mi hermano lo estaría manejando. 
Me pregunté si sigue pensando en mi. 

D.