111. amarre

robado se va lo que robado viene. Estoy hasta acá de pensar en vos. No te puedo sacar de la cabeza. No escribís, no aparecés. Y yo no sé qué hacer con este enojo que se me sube a la garganta y escupo por la boca. Me estoy volviendo loca. Camino como un animal enjaulado, los dientes apretados, el cuerpo tenso, el corazón desbocado. Hay un fuego adentro mío que no se apaga con nada. Salivo, sufro. Gasto plata que no tengo en perfumes, aros, velas, cartas. En mujeres que prometen amor como si fuera un truco barato. ¿Qué carajo me pasa? Parezco yo la embrujada. Tengo la mente tomada como una casa abandonada, ocupada por ratas. Suspiro, refunfuño, revivo una y otra vez la misma escena, los mismos silencios. Una y otra vez. Reviso el celular como si fuera un oráculo. Llevo una semana sin soltarlo. Y no hay ni un puto mensaje. Nada. Quemé tu nombre. Lo puse bajo mi almohada. Me miré al espejo con estos ojos de bestia. Le pedí a todos los dioses que conozco y ninguno quizo saber de mi....