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129. (p → q)

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Después de una noche mal dormida,  nadie gusta de nosotros. Una electricidad sube sobre mi espalda y se extiende hacia mis dedos que comienzan a teclear. Escribí, escribí, escribí. Es lo único que te puede salvar.  Llevo días sin poder sentarme frente a la computadora y poder derramar aunque sea una palabra. Demasiado ruido, por todos lados. Ruido en el tren, en la calle, en los cafés, en el colectivo, en mi casa, ruido al despertar, palabras, palabras, palabras que no quiero escuchar.  Silencio.  σιωπή. Días donde los pensamientos se arremolinan en mi cabeza y me comprimen el cuerpo. Me quiero cerrar sobre mi misma, enterrarme en el centro de mi estómago y desaparecer. Son tantas las imagenes que llegan a mi mente que no alcanzo a recordarlas. Algo sobre el nombre de la esposa de Alex, el mantel que quiere mamá, Leonardo recorriendo los tachos de Recoleta, el pasto de Bernal, la mirada que puso Julio cuando vió un vídeo, un dato sobre Jung que Juan dijo al pasar, un...

128. arpías

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And why do you sing Hallelujah If it means nothing to ya? Why do you sing with me at all? Soñé que hablaba con un dios extraño. Había ocurrido algo terrible, buitres con rostros humanos circundaban mi hogar. Amenazaban a una hija mía mientras ella cortaba flores frente a una piedra sagrada.  El dios me prometía su seguridad, que ella viviría. Los buites no podrían dañarnos. Pero yo les veía sus rostros, de cerca, las plumas entre los cabellos.  No recuerdo qué me pedía a cambio el dios. Creo, incluso, que estaba confundido, que ni él estaba seguro de las consecuencias que implicarían darnos protección.  No tengo hija. Tampoco estoy segura de tener Dios.  Dormí poco. Me habré acostado alrededor de la una de la mañana y desperté a las seis, por un ruido que venía desde el cuarto de cultivo de Vi.  Me sobrevino una angustia terrible, la misma que me está acosando por las noches. "Me arrepiento" fueron las primeras palabras que brotaron en mi mente, en la oscuridad ...

127. vronski

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The meadow lies green and the corn is unshorn The house is unfinished and the baby is unborn Pensé que iba a llover con furia, pero apenas fue una llovizna cansada. Mejor, porque el pasillo ya se me inunda con nada. Aunque un poco quería la tormenta, de esas que te hacen temblar el vidrio y parecen empujar la casa. Le hablé a Vi de Mauricio. Aproveché que estaba Juan en casa, así la cosa se diluía. Creo, no sé.  No le conté mucho, porque Vi no preguntó mucho. Ni fechas, ni lugares, ni mensajes. Nada.  Apenas lo mínimo: que Mauricio me tiró la boca, sí, sí, aquella vez que vino. Después siguió molestando. Yo le dije que no. Él pidió silencio, que la novia, que la confusión. Pero los mensajes no pararon, ni el pedido de faso gratis. Sí, sí, ya está, no quiero que vuelva más. Y listo. Pensé que iba a ser terrible, pero no. A veces olvido lo pragmático que puede ser mi novio. Ni drama ni reproches. Además, no fue una gran ofensa. Es más la decepción hacia la estupidez de un amigo ...

126. flecha

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No se puede regresar el tiempo.  Es como tener agua en la mano. Desperté en algún momento de la madrugada y, por un rato, antes de volver a caer en el sueño, mi mente empezó a formar pensamientos como manchas de tinta. No recuerdo nada, salvo lo que alcancé a anotar en el bloc del teléfono: Qué se hace a los veinte. Qué es normal. Tan solo eso. Quizás vino de una charla con Vi, cuando le conté de un profesor de sociología con el que estuve a los diecinueve. A veces también hablamos de aquella época en la que cobré por sexo, casi un año, a mis veinticinco. Lo cuento con ligereza. No lo siento mío. Ni siquiera parece parte de mi vida. “Cuántas vidas tuviste”, me escribió hoy Agustina. ¿Cuántas? ¿Y cuáles fueron mías? Todo lo que pasó se siente como si en algún momento hubiera disparado demasiadas flechas hacia el cielo y, de alguna manera, hubiera seguido todas sus trayectorias. La Universidad de Belgrano, la vida con Robinson, Colombia, huir, perder el rastro de mamá, mis años...

125. Sitka

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Todas estas personas se mezclaban en su mente con otras extrañas hacía tiempo olvidadas; pero ninguna podía ayudarle, ni a él ni a los suyos. Eran inasequibles, y se sentía aliviado cuando lograba apartar su recuerdo. Al final me dormí casi a las cinco de la mañana, cuando Vi volvió del cumpleaños de Agustín.  No tengo mucho que contar más que dormí hasta las dos de la tarde, por lo que desperté hace un rato. Lo saqué a Elvis y pasé por donde ocurrió el crimen. Alguien había limpiado la vereda.  Mientras Elvis orinaba estaba paranóica de que alguna persona me viniera a decir algo, a increparme. Cuando recién me levanto estoy muy aletargada como para dar cualquier respuesta, pero a pesar de esto, bajar a Elvis es lo primero que hago al salir de la cama, después de lavarme la cara. Me preocupa pensar que se está aguantando o que le pueda doler la vejiga.  No pasó nada. Los domingos son más amables. En la madrugada mientras hablaba con Flor lloré por Rocky. Me quejaba de que...

124. sucia

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You'll go to Hell For what your dirty mind Is thinking Me quería dormir temprano hoy, estoy tratando de regular mis horarios de sueño así que para las 23hs ya quiero estar en la cama con todo resuelto. Pero se me hizo tarde, me quedé pasando la clase de Grecia Arcaica a Word (y ni terminé, encima). Cuando decidí frenar eran las 00:30 y estaba muerta de sueño. Quedaba sacar a Elvis. Siempre lo dejo para el final, si Vi no puede. Así volvemos todos juntos a dormir. Lo bajo. Sábado. Este barrio de mierda. Siempre hay gente a esta hora. Los que salen a bailar, los que van a la Costanera, los que cruzan Libertador hacia Barrio Norte. Autos, camperas de cuero, cabellos rubios, manadas de hombres.  Y me olvido la bolsita, la puta bolsita. Cualquiera igual, puede pasar. Para qué.  "Eh vos, sucia! sucia de mierda! levantá la caca, asquerosa!" La puteada gratis, de arriba. Un grupo de pibes en un auto del orto. "No tengo bolsa, no traje. Si tenes, damelá." Pero la lógica...

123. dólar

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The build-up Lasted for days Lasted for weeks Lasted too long Lo único rescatable del quiste de ovario es que puedo quedarme en la cama leyendo o mirando películas sin sentir culpa. No cocino; al fin y al cabo, no quiero comer. Apenas limpio la casa: doblarme duele. Y no pido nada, no quiero ser una carga. Ya supe serlo a los veinte, con la cirugía de columna. Descanso. Voy a la universidad con la medicación corriendo por la sangre. No quiero perder clases que disfruto. Me dolería ausentarme de Mundos Antiguos, una de mis materias preferidas. Colonial Americana, bueno, habrá que hacerla para poder pasar a otra cosa. Ayer estuvo Juan. Su presencia es dulce. Me trajo algo para comer, y por la mañana sacó a Elvis para que yo pudiera dormir un poco más. Le hace companía a Vi, que se entre las plantas, tranquilo. Hoy veré a la ginecóloga. Consulté con Fer, pero la cirugía con él cuesta mil dólares que no puedo pagar. Es una pena, porque es el único ginecólogo en quien confío. Vi quiso da...

122. mandato

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Desde mi triste soledad veré caer Las rosas muertas de mi juventud Hoy escribir me cuesta. Dejé que las ideas se dilaten durante días y ahora perdieron fuerza. Las manos se me paralizan sobre el teclado, como si se resistieran a dejar salir lo que duele. Puede que por eso sea importante que escriba. En los últimos días, una frase se instaló en mi mente con la fuerza de un mandato: tenés que bajar de peso . Tengo treinta y comencé a alimentarme como lo hacía a los veinte. Pienso en mi adolescencia: a los quince pesaba 47 kilos y, aun así, jamás me vi delgada. El fin de semana me encontré con Ailín después de tantos años. Tomamos un café y sentí cariño por ella, el tipo de cariño que se le tiene a alguien que podría llegar a querer. Me mostró una foto del viaje de egresados de la primaria. Me sorprendió que guardara en la memoria del teléfono algo así. La imagen era difusa, la foto de otra foto: niños sobre una colina. En una esquina, apartada, estaba yo. Me vi gigante. Un cuerpo desm...

121. maldad

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Como no soy directo, ni fácil, ni honesto Me he hecho un remedio con lo que había dentro [...] Voy a morir de pie, voy a morir de pie Ojalá la mujer que se detuvo a insultarme porque Elvis orinaba en la calle reciba una mala noticia en el trabajo. Ojalá la anciana que me llamó “sucia” al ver mis tatuajes tropiece y caiga. Ojalá todos los cafés que prepare Mauricio, de ahora en más, tengan un sabor amargo. Quería empezar esta entrada hablando de los sueños que me han acompañado en los últimos días, pero el incidente de esta mañana me revolvió algo profundo: una rabia espesa, incómoda. Quisiera haberla seguido calle abajo, gritando como una loca. Quisiera haber empujado a la vieja que me insultó. Quisiera arruinarle el ánimo a un mal hombre, aunque fuera con un gesto mínimo. Dormí mal. Juan se quedó, y nos fuimos tarde a la cama. A sabiendas de que debía levantarme a las seis para abrirle la puerta, me revolví en la cama con un sueño inquieto. Todo al final para nada, porque terminó b...

120. resonar

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And you run and you run to catch up with the sun but it's sinking Racing around to come up behind you again Sun is the same, in a relative way, but you're older Shorter of breath and one day closer to death "Tengo en mí todos los sueños del mundo", escribió Pessoa. Hay días en que esa frase resuena como un eco persistente en mi cabeza. Hoy, mientras me preparaba para ir a la cama (a ver algunos vídeos bajo las sábanas) volvió a aparecer, suave y contundente. Tengo en mi todos los sueños del mundo. Estoy cursando Historia: Mundos Antiguos, Historia Colonial y un taller de Inglés. Ya tengo algunas cosas que leer y tareas en las que ocuparme. Con Gabriel siempre jodemos con que estudiamos una carrera de autistas. Ya es un montón que el edificio de Humanidades se llame TDA. Una carrera hermosa, sin embargo.  Ayer discutí con papá sobre Enfermería. Le dije que, por ahora, no iba a seguir cursando hasta rendir los finales, y sus reproches no tardaron en llegar. Esta vez re...