149. papá
pero una palabra tuya bastará para sanarme Revisando mi Drive, encontré lo siguiente, que le escribí a mi padre en el 2021. Lo pego intacto: Miro la hora una vez más, son las 5 am. Papá, sé que a esta hora ya estás despierto. Es más, conociéndote es probable que te hayas levantado cerca de las 4 y corrieras las sábanas con cuidado para no despertar a tu esposa (y no se despierta porque siempre fuiste un hombre silencioso hasta con tu cuerpo). Sé que esquivaste los muebles y los marcos de las puertas sin problema, de forma automática hasta llegar a la cocina, porque viviste en ese departamento en Belgrano el tiempo que llevo con vida y lo conoces a la perfección. Te hiciste un mate y te sentaste en la mesa del living con la persiana medio levantada. Las cortinas blancas dejaban entrar la luz azul de la mañana que ilumina tus manos, esas manos grandes y cuadradas, con alguna uña chamuscada por haberse impactado contra la aspereza de una máquina. Esas manos que trabajaron tanto...